Impalada 2015

Fecha: 13 de junio de 2015
Lugar de salida: Fuentes de Montjuic, Barcelona
Inscripción: 320 motos, 347 participantes, 288 a comer
Recorrido: Barcelona – Molins de Rei – Castellbisbal – Ullastrell – Olesa de Montserrat – Vacarisses – Castellbell i el Vilar – Marganell – Manresa – El Pont de Vilomara – Rocafort – Mura – Sant Llorenç Savall – Gallifa – Sant Feliu de Codines – Caldes de Montbui – Sentmenat – Castellar del Vallès – Terrassa
Organización: Moto Club Impala


Fiel a la cita anual, la Impalada del 2015 comenzaba en Montjuïc, punto de partida de las cuatro ediciones anteriores. Un enorme inflable en forma de depósito de Impala daba la bienvenida a las 320 motos y 366 impaleros que se habían inscrito, superando por poco la cifra de 2012, la del cincuentenario de la Impala.

La larguísima hilera mecánica arrancaba poco después de las nueve, dejaba Montjuïc atrás y llenaba de humo las rondas de circunvalación de Barcelona. Pronto se estiraría la comitiva en encontrar las primeras curvas de la subida en Vallvidrera. Dejando atrás Molins de Rei, una primera parada en Ullastrell permitía reponer fuerzas con un buen bocadillo de butifarra.

Los preciosos paisajes del entorno de Montserrat nos acompañaban hasta la próxima parada, la gasolinera poco antes de Manresa. Y luego, las carreteras estrechas y reviradas de Pont de Vilomara, Rocafort y Mura, permitían a las Impala moverse con facilidad y sin tráfico. Por si hubiera pocas de curvas, la ruta seguía hasta Gallifa y Sant Feliu de Codines, donde ya empezábamos a encontrar carreteras más anchas.

El buen ambiente siguió durante la comida en el Restaurante Imperial de Terrassa con los habituales corrillos sobre la ruta, las motos y los amigos, se rindió homenaje a la Escudería Blitz, entregando una placa a sus integrantes Gregorio García y Miguel Escobosa en reconocimiento a la calidad de sus creaciones, una representación de las cuales presidía el comedor. Dos intrépidos impaleros, Julián de Cabo y José María Dominguez que habían venido desde Madrid por carreteras secundarias sobre sus motos, se llevaron el segundo trofeo. Y también hubo un reconocimiento para Nobuo Nakamura, un impalero japonés que utiliza habitualmente su Impala por Nagoya. Nobuo se había desplazado desde Múnich donde trabaja ahora, le dejamos una moto y siguió la Impalada con todo el mundo: no había visto tanta Impala junta!

Y como fin de fiesta, nos desplazarnos al Museu de la Ciència i la Tècnica de Terrassa, donde pudimos admirar la colección Permanyer, una buena muestra de las Montesa de todas las épocas. Fue un digno colofón a una jornada cien por cien impalera.


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Impalada 2014

Fecha: 31 de mayo de 2014
Lugar de salida: Fuentes de Monjuic, Barcelona
Inscripción: 290 motos, 320 participantes, 255 a comer
Recorrido: Barcelona – Masnou – Alella – Vilanova del Vallés – La Roca – Òrrius – Argentona – Mataró – Llavaneras – Sant Vicenç de Montalt – Arenys de Munt – Vallgorguina – Sant Celoni – Breda – Sant Feliu de Buixalleu – Hostalric – Sils – Caldes de Malavella – Llagostera – Tossa de Mar – Lloret de Mar (Hotel Rigat Park)
Organización: Moto Club Impala


Impalada con buena parte del recorrido por carreteras costeras y vistas al mar. Se desarrolló sin incidencias y buena climatología, sólo apareció un poco de lluvia para los últimos participantes a su llegada a Lloret.

A la mitad del recorrido, concretamente en el Centro Gastronómico de Hostalric, se ofreció un aperitivo a todos los participantes.

Siguiendo la normativa de tráfico, dos vehículos debidamente identificados abrían y cerraban la comitiva. Como no podía ser de otra forma, estos vehículos fueron dos Impalas!

Se rindió un sencillo homenaje a “Kiku” Romeu, padre de las Impaladas, presente en la comida después de muchos años desvinculado de la Impalada.


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Impalada 2013

Fecha: 8 de junio de 2013
Lugar de salida: Fuentes de Monjuic, Barcelona
Inscripción: 314 motos, 353 participantes, 295 a comer
Recorrido: Barcelona – Begues – Avinyó Nou – Guardiola de Font-Rubí – La Llacuna – Sta. Coloma de Queralt – Igualada – La Pobla de Claramunt – Piera – Gelida – Corbera de Llobregat (Hotel Fisas)
Organización: Moto Club Impala


Una Impalada que empezó con un fortísimo aguacero camino de Begues, justo antes de detenernos a desayunar, que dejó empapados a todos los participantes. Algunos decidieron volver a casa, pero la mayoría continuó con la recompensa de disfrutar de un día soleado y magníficas carreteras secas.

La comida se celebró en el Hotel Fisas de Corbera de Llobregat, y después de comer muchos continuaron la fiesta en el Maremagnum, donde las motos quedaron expuestas dentro de los actos de la 1a Semana de la Moto Clásica de Barcelona, y donde también se dio salida simbólica a Eduard Cots y Carles Humet en su viaje Barcelona-Tokio en Impala.


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Impalada 2012, la Impalada del cincuentenario

Fecha: 9 de junio de 2012
Lugar de salida: Fuentes de Monjuic, Barcelona
Inscripción: 314 motos, 353 participantes, 295 a comer
Recorrido: Barcelona – Sant Fost de Campsentelles – Vilanova del Vallès – Setmenat – Castellar del Vallès – Sant Llorenç Savall – Granera – Castellterçol – Sant Miquel del Fai – Sant Feliu de Codines – Caldes de Montbui – Sant Fost de Campsentelles
Organización: Moto Club Impala


Más de trescientas motos Impala celebraron el medio siglo de la más famosa de las Montesa -un verdadero récord de asistencia- con una ruta de 180 Km. por el norte de Barcelona, fantástico desayuno en el Hotel Augusta de Vilanova del Vallés, comida en el Restaurant Mas Corts de Sant Fost de Campcentelles y fiesta final en el Paseo Lluís Companys de Barcelona.

Durante la comida las motos quedaron aparcadas formando el logotipo del 50º aniversario, una imagen impactante que siempre será recordada.

Fue la primera Impalada con salida desde Montjuic, hecho que se convertirá en habitual en las ediciones posteriores. També se estrenaron los “Marshals” identificados con colors (rojos, azules y amarillos).

Manolo Maristany nos acompañó toda la Impalada, y recibió un sencillo homenaje a la hora de la comida. El habitual sorteo incluyó un regalo muy especial: una reproduccción a escala 1:5 de la Impala Sport 175 hecha por Pere Tarragó.


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1944-1958: Montesa antes de la Impala

Podemos considerar que Montesa nace el 1944, cuando Pere Permanyer, joven empresario barcelonés, decide reorientar su negocio de fabricación de gasógenos para la automoción hacia la fabricación de motocicletas, asociándose con Francisco Javier Bultó. En junio de 1944 la nueva sociedad, todavía sin marca comercial, inicia la fabricación de motocicletas en los talleres de Permanyer de la calle Córcega 408 de Barcelona.

Un año más tarde, en junio de 1945 se presentan las tres primeras unidades fabricadas en la Feria de Muestras de Barcelona, con el nombre comercial de Montesa. Se trataba del modelo A-45, moto de bastidor rígido, con motor de 98 c.c. y cambio de tres velocidades de accionamiento manual.

Los años 50 son los de la fabricación de los populares modelos Brío, que nacen en 1953 con la Brío 90, un modelo deportivo que incorpora por primera vez el carburador a la parte posterior del cilindro, y la 80 con un concepto más utilitario, y acaban los años 1956 y 57 con las Brío 91 y 81. Al mismo tiempo siguen los éxitos deportivos, como la victoria en la edición de 1956 de les 24 Horas de Montjuic, con los hermanos Elizalde, consiguiendo también los puestos 2º, 3º y 4º.

Montesa Brio

Esta evolución positiva de la empresa se vio frenada por la implantación del Plan de Estabilización Nacional, promovido por el gobierno franquista a finales de los años 50 para mejorar la grave situación económica del país y romper con la política autárquica dominante hasta ese momento. Permanyer, viendo este nuevo contexto económico y empresarial del país, decide reducir gastos drásticamente. Una de las decisiones tomadas en ese sentido es el cierre del departamento de competición, decisión que no comparte Bultó, su responsable, quien finalmente decide abandonar Montesa acompañado de numerosos técnicos para crear una nueva marca de motocicletas: Bultaco.

1958-1962: La gestación de la Impala

Después de la marcha de Bultó y los técnicos que lo acompañaron, la situación en Montesa se volvió delicada, ya que todos los proyectos en marcha se vieron truncados. Permanyer reestructuró todos los departamentos y situó a Leopoldo Milá al frente del departamento técnico. Milá dejó de lado el proyecto de motor “mono-block” en el que se estaba trabajando en esos momentos, y que de hecho serviría de base para la primera Bultaco, la Tralla 101, y empezó a definir una nueva moto en base a sus propias ideas y filosofía.

El objetivo era construir una moto económica, robusta, que consumiera poco combustible, pero que fuera capaz de superar los 100 Km/h. Para conseguirlo Milá consideraba básicos tres principios: que no existiera varilla de embrague, que la transmisión no fuera por cadena primaria sino por engranajes, y que el cambio estuviera en el mismo bloque que el resto del motor, con un mismo cárter.

El cilindro se fabricaría usando las técnicas más modernas: sería de aluminio inyectado, el primero fabricado en España mediante este sistema. El cambio también se diseñó completamente nuevo, con todas las piezas redondeadas, sin ángulos. El arrastre sería por agujas i el eje no tendría puntos de ruptura.

La forma del depósito, tan característica de la Impala e imitada después por otras marcas, vino determinada por motivos económicos, ya que esa forma simplificaba el proceso de fabricación.

El tubo de escape, que emite un sonido tan característico, fue diseñado por un alemán llamado Göerg, fabricante de lanchas de velocidad, que por esas fechas estaba colaborando con Montesa. Con pocos cambios fue montado en las Impalas.

Si la fiabilidad del nuevo modelo tenía que ser su punto fuerte, no pudieron escoger mejor banco de pruebas, un recorrido de tres meses y 20.000 Kms por las peores carreteras y pistas posibles, las de África. Fue la “Operación Impala”, que debido al su éxito popular acabó dando nombre al nuevo modelo.

La Impala se puso finalmente a la venta el junio de 1962, y el éxito fue inmediato. Ese mismo año obtuvo el premio Delta de Oro al mejor diseño industrial, otorgado por ADI-FAD, (Agrupación de Diseño Industrial del Fomento de las Artes Decorativas).

1962: Operación Impala

Corría el año 1961 cuando Oriol Regás, gran motorista y aventurero, propuso a Pere Permanyer atravesar África de Ciudad del Cabo a Túnez en moto, un viaje de 20.000 km., como lanzamiento del nuevo modelo de Montesa que estaba diseñando Leopoldo Milá. Le acompañarían Tei Elizarde, campeón de España de motocross y uno de los mejores velocistas del momento, Rafa Marsans y Enrique Vernis, pilotos punteros y habituales de las carreras y rallys, además de empedernidos aventureros.

Montesa aceptó el reto y puso a su disposición 3 motos y el 50% del presupuesto, mientras que el aceite Wynn’s asumió el resto. Se sumó a la expedición Manuel Maristany, alejado del mundo del motor pero con una tarea clave: inmortalizar en papel y en negativo las peripecias de la llamada Operación Impala.

El viaje se inició en enero de 1962 en Ciudad del Cabo. Aparte de los tres prototipos Montesa de 175 c.c. ensamblados en su fábrica de Esplugues del Llobregat se les unió un Land Rover como vehículo de apoyo, adquirido en Ciudad del Cabo y bautizado como “Kiboko”. Las motos también fueron bautizadas con los nombres “Baobab”, “Perla”, y “Lucharniega”.

Llegaron a Isiolo, en la frontera de Kenia con Etiopía, sin problemas a pesar de haber cruzado una de les zonas más peligrosas de África. Cruzaron Etiopía, cruzaron esta vez sin problemas la frontera con Sudán y llegaron cruzando el desierto  Nubio, su capital, Jartum. Siguieron la estela del Nilo hasta Alejandría, y desde allí, bordeando el Mediterráneo, hasta Túnez.

Finalmente llegaron a Barcelona como héroes, siendo  recibidos por las autoridades civiles y religiosas. Incluso les cantaron un “Te Deum” en la catedral…

Puedes leer el relato completo de la aventura en el libro de Manolo Maristany “OPERACION IMPALA: 20.000 KM EN MOTOCICLETA A TRAVES DE AFRICA” de la editorial CIE DOSSAT 2000.

Las tres motos se conservan formando parte de la colección Permanyer expuesta de forma permanente en el Museu de la Ciència i la Técnica de Terrassa.